viernes, 16 de marzo de 2007

Los horrores de mi trabajo - Ley de Murphy en operación

Una de las cosas que más odio es tener que dedicarme a algo que no es lo mío por dinero. A pesar de estar cualificada como Asistente-Secretaria-Recepcionista, definitivamente no es algo que haga con verdadera pasión. Sin embargo, dadas las circunstancias, tiene que hacerse pa' poder ganar mis tres tortillas en lo que regreso a mi vocación, que es enseñar.

Aparte de este horror, la Ley de Murphy es una constante en el lugar donde trabajo. El ejemplo más reciente es "Cuando el Jefe esté de viaje, totalmente incomunicado, indefectiblemente surgirá algo que requiera su inmediata atención personal". No importa si está en Querétaro o en Europa, la relación entre la gravedad de la situación es directamente proporcional a la dificultad para contactarlo (en castellano, mientras más difícil sea comunicarse con él, más crítico se presentará el problema).

Lo peor del caso es que está desarrollándose un axioma totalmente nuevo: "mientras más crítico sea el problema a resolver, mayor será la ignorancia sobre el mismo de los que se queden para resolverlo". Por supuesto, no quiero decir que todos los que laboramos aquí seamos una punta de papanatas, sino que el grado de desinformación respecto a las situaciones potencialmente críticas es absolutamente abismal. Nadie parece tener toda la información concentrada en una sola persona, por lo que los pobres lelos que tenemos que lidiar con el problema tenemos que recolectar las migajas y pedazos para reconstruir el cuadro y poder poner la solución o un pretexto coherente con lo que se le haya dicho al interfecto en cuestión.

En fin. Supongo que ejemplos como éste abundan. "Si olvidas el celular, todo el mundo te llamará"; "cuando necesites algo de la papelería, se habrá agotado"; "el incremento en el número de llamadas es directamente proporcional al tiempo que te falte para salir", etc. Por lo menos ahora sabemos que el fenómeno existe y podemos utilizarlo para tratar de implementar una política de acción-prevención que nos ayude a amortiguar los peores trompazos. Aunque también es cierto que "cuando quieras usar la Ley de Murphy para tu provecho, no funcionará".

Qué paradoja, ¿verdá?

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