miércoles, 21 de mayo de 2008

MUERAN LOS MALDITOS FRANELEROS

Generalmente procuro dar la impresión de que soy una persona razonable, racional y moderada, pero esta nota que leerán (los que por casualidad terminen aquí) realmente me ha sacado mis mejores instintos antropófagos y asesinos.

Estoy ahora sí hasta la santa MADRE y en el mes de mayo, de todas las chingaderas que se inventan para coartar mi libertad ciudadana. Estoy hasta las orejas de que el gobierno siga cubriendo con un barniz de legalidad la mierda en la que vivimos simplemente porque no queremos admitir que estamos bajo la ley de la jungla y que los políticos nomás están viendo cómo llevan agua para su molino, a costa de todos los pobrecitos esclavos que estamos corriendo la carrera de las ratas para medio sobrevivir en este país de chocolate.

Ojalá de veras se me botaran las tuercas y me atreviera a agarrar un buen trozo de varilla y matar a madrazo limpio a todos los pinches franeleros, limpiaparabrisas, polis corruptos y gruyeros tranzas que se la pasan atropellando mi derecho al espacio y la seguridad. De veras que ojalá y se los llevara el diablo, PERO YA!!


Queja publicada en apestan.com:

Franeleros están a un paso de la formalidad.
Según la nota de Publimetro del día de hoy (Link el Diputado Tonatiuh González del PRI ha decidido pasarse por el arco del triunfo la Ley de Cultura Cívica publicada en la Gaceta Oficial del DF el 31 de Mayo del 2004 (Link con la que supuestamente iban a desaparecer los limpiaparabrisas y los mentados “franeleros” y “viene-vienes”.

Me consta que las calles tienen precio, y que ese costo lo hemos estado asumiendo los ciudadanos por años; como ejemplo, sobre Bahía de Santa Bárbara, en la colonia Verónica Anzures, todos los días a las 6 de la mañana se ve a un matrimonio tapizando la calle con botellitas paradas, apartando SUS lugares, y pobre del incauto que les diga algo, porque los patrulleros están listísimos para hacérsela de jamón. Están PROTEGIDOS por la policía a la cual se supone que le pagamos para hacer cumplir la ley, la cual resalta que “la corresponsabilidad entre los habitantes y las autoridades en la conservación del medio ambiente, el entorno urbano, las vías, espacios y servicios públicos y la seguridad ciudadana”; y que también indica en su Artículo 5 que “Se comete infracción cuando la conducta tenga lugar en:

I. Lugares o espacios públicos de uso común o libre tránsito, como plazas, calles, avenidas, viaductos, calzadas, vías terrestres de comunicación, paseos, jardines, parques o áreas verdes y deportivas;
II. Inmuebles públicos o privados de acceso público, como mercados, templos, cementerios, centros de recreo, de reunión, deportivos, de espectáculos o cualquier otro análogo;
III. Inmuebles públicos destinados la prestación de servicios públicos;
IV. Inmuebles, espacios y vehículos destinados al servicio público de transporte;
V. Inmuebles y muebles de propiedad particular, siempre que tengan efectos en la vía o espacios públicos o se ocasionen molestias a los vecinos, y
VI. Lugares de uso común tales como plazas, áreas verdes, jardines, senderos, calles, avenidas interiores y áreas deportivas, de recreo o esparcimiento, que formen parte de los inmuebles sujetos al régimen de propiedad en condominio, conforme a lo dispuesto por la ley de la materia.”

Por otra parte, la ley es clarísima en definir como ilegal lo que el diputado está proponiendo legalizar:

“Artículo 24.- Son infracciones contra la tranquilidad de las personas:

I. Prestar algún servicio sin que le sea solicitado y coaccionar de cualquier manera a quien lo reciba para obtener un pago por el mismo. La presentación del infractor solo procederá por queja previa;
IV. Impedir el uso de los bienes del dominio público de uso común;
V. Obstruir con cualquier objeto entradas o salidas de inmuebles sin autorización del propietario o poseedor del mismo,”
y que también establece como fuera de la ley:

Artículo 25.- Son infracciones contra la seguridad ciudadana:
II. Impedir o estorbar de cualquier forma el uso de la vía pública, la libertad de transito o de acción de las personas, siempre que no exista permiso ni causa justificada para ello. Para estos efectos, se entenderá que existe causa justificada siempre que la obstrucción del uso de la vía pública, de la libertad de transito o de acción de las personas sea inevitable y necesaria y no constituya en sí misma un fin, sino un medio razonable de manifestación de las ideas, de asociación o de reunión pacifica;
III. Usar las áreas y vías públicas sin contar con la autorización que se requiera para ello”.

¿Más evidencia que el texto de la ley, que cualquiera puede consultar? ¿Entonces, Sr. Diputado, a qué estamos jugando? ¿A fertilizar la única cosa buena que promovió el PRD en años, a engañar a los ciudadanos con manejos sucios y letra muerta, o a legalizar el cohecho y la mordida pa'que entre también a su bolsillo? Si de pagar por las calles se trata, prefiero pagar parquímetros; por lo menos esos no me amenazan, ni me secuestran, ni me roban el coche. Realmente da asco, señor diputado, que no solo no haga nada porque se cumpla la ley a la letra, sino que también nos obligue a pagar por espacios que son de todos, y no de las mafias.

jueves, 1 de mayo de 2008

El día del niño

Me cae que estoy hasta la santa gorra de que me aclaren que este día es "del niño y la niña". Aprendamos a hablar español, carajo.

Por un lado, también estoy harta de que hagamos creer a los niños que el mundo es absolutamente suyo. No puedes ir a ninguna triste exhibición o espectáculo sin que los malditos escuincles pasen a tu lado dislocándote las rodillas, tortéandote las nalgas y sin un "con permiso" siquiera. Me carga el hígado de piedritas que los padres ya no se molestan en proporcionar a sus hijos el mínimo de "educación" y "buenos modales" que la generación anterior nos exigió, y en ocasiones impuso a pellizcos y coscorrones, a nosotros, los treintañeros de hoy.

Por otra parte, también me revienta que, ahora que está de moda la educación holística e interactiva, se te queden viendo como si fueras extraterrestre si quieres entrar tú solito a lugares como "La Granja", "Toca Mascota" o "Papalote, Museo del Niño". ¿O qué, por ser "adulto" dejé atrás mi curiosidad, mi capacidad de asombro y mi deseo de aprender? ¿Por ser "grande" me dejaron de gustar los animalitos, y ya no sé jugar?

Me queda claro que hay razones para ponerse paranoide cuando un adulto se cuela en un lugar forrado de pirinolas, no vayan a resultar violados, pero tampoco se vale que me nieguen mi derecho a seguir cultivando mi niño interior.

Vivan las caricaturas, los juguetes inteligentes, los videojuegos, los animalitos, y los helados antes de la sopa.