Fumadores vs. No fumadores

Resultará para muchos paradójico que, como fumadora, también esté a favor de los derechos de los no fumadores. Estoy de acuerdo en que deberían contar con espacios libres de humo de tabaco, y que los niños no tienen por qué ser contaminados por sus padres fumadores, como se enuncia en esta nota del universal:

http://www.eluniversal.com.mx/nacion/155346.html

Sin embargo, también estoy de acuerdo con este escritor:

http://www.eluniversal.com.mx/nacion/155345.html

En suma, mi opinión es muy clara y orientada en dos direcciones: si el tabaco es tan dañino para la salud, y en detrimento del tan cacareado erario público que supuestamente "todos pagamos", ¿por qué el gobierno no se faja los pantaloncetes y prohíbe de una buena vez el tabaco, así nada más? Lo cual me conduce a la segunda dirección: ¿por qué discriminamos al fumador? Mi percepción de la realidad es que estamos impulsando una nueva especie de racismo: le sale más barato al gobierno crear y mantener un sentido de "crimen social" que renunciar a los jugosos impuestos que aportan las tabacaleras al erario. ¿Por qué esos impuestos no se destinan precisamente a curar el mal que las propias tabacaleras ayudan a crear? Pues simplemente porque, en la lógica del gobierno, no vale la pena invertir en los fumadores que voluntariamente se autodestruyen, por supuesto. Entonces, ¿por qué utilizan esto como pretexto? Personalmente, encuentro esta posición absolutamente incongruente.

Estoy totalmente de acuerdo en que, si yo estoy fumando en un área los letreros de prohibición estén claramente a la vista, me hago acreedora al justificado reclamo de cualquier paisano que me exija, con todo derecho, apagar mi cigarrillo, pero estoy absolutamente en contra de que se restringa mi LIBERTAD de fumar en sitios como bares y restaurantes. Aunque terminemos envueltos en una burbuja mortal de humo de cigarrillo, me parece que la prohibición ABSOLUTA de fumar es atentatoria contra mis libertades individuales. Están los no fumadores en su derecho de reclamar un espacio libre de humo, pero por favor, tampoco me impongan con argumentos pseudo-sociales y pseudo-políticos una restricción a mi libertad de elección. Insisto en que seamos congruentes y proactivos: o nos dejan fumar, o prohíben terminantemente el tabaco, y dejan de estar fregando.