miércoles, 24 de octubre de 2007

Cornelio, Toño y Sam están muy tristes...


Las mascotas de los cereales Kellog's Cornelio el Gallo, el Tigre Toño y Sam el Tucán seguramente están muy tristes ahora que la PROFECO los ha tachado de mentirosos e incumplidos (con la Norma Oficial Mexicana) y ha retirado de los estantes sus coloridas cajas de cereal, como indica esta nota:

http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=329477

Entiendo perfectamente que se busque que los fabricantes no utilicen publicidad engañosa entre los niños, o aquellas como las que promueven Special K y Nestlé Fitness, que promenten hacerte bajar de peso sólo por consumir su cereal "y seguir una dieta saludable". Sí, cómo no. Tampoco son los cereales infantiles la panacea que sustituya a "un buen desayuno", me queda claro, pero, ¿por qué no se promueve la creación de cereales con menos azúcar, en vez de sólo decirles a los fabricantes que su propaganda está mal?. Lo mismo puede decirse de Pancho Pantera y de Quickie, el Conejo de Nesquick y, sin embago, no he oído hasta el momento que hayan inmovilizado estos productos.

La cuestión de fondo va más allá de las simpáticas mascotas del cereal. Vamos, si hasta los mundiales tienen mascotas, por favor. Se trata más bien de tratar de llevar una mejor cultura nutricional a las familias mexicanas cuyos jefes de familia, y en muchos casos sólo LA jefa de familia, tienen que invertir largas horas de traslado y trabajo para poder alimentar a sus hijos, a los cuales muchas veces apenas tienen tiempo de ponerles un sandwich en la lonchera, ya no hablemos de guisarles un desayuno realmente nutritivo. Si lo que se desea es tener menos niños obesos, ¿por qué no impulsar el desarrollo de un cereal con menos azúcar que también sea promovido por una mascota atractiva? Esta estrategia ya ha sido adoptada por un jarabe y unas gomitas multivitamínicos, con un oso y otro animalito que (para mí) tiene facha de zorro.

Francamente, lo siento por todos los diseñadores que se van a quedar desempleados cuando los productores tengan que cambiar sus estrategias publicitarias, y mandar al panteón de los recuerdos a las mascotas de los cereales, con el objeto, bastante dudoso, de evitar que se erigan en demonios tentadores que promueven la obesidad y las caries, cuando en realidad, muchos productos en el mercado ya lo hacen, sin necesidad de mascotas bonitas.

2 comentarios:

°~ El HéRoE D´Sta PeLíCuLa ~° ® dijo...

ta nunca he sido aficionado al cereal como desayuno, mas bien lo agarro como botana en los momentos de ansiedad, jajaja y si nunca he creido en eso de bajar de peso y fortificado con hierro y calcio...

The Usual Stuff dijo...

Ese es precisamente el punto, mi heroe. Si los papás no se molestan en leer las etiquetas, ¿por qué demonizan a las pobres mascotas? Más bien habría que quitarle el cereal a los niños, ¿no?