viernes, 31 de agosto de 2007

NO AL NO CIRCULA SABATINO

INSISTO, y seguiré insistiendo. Se supone que vivimos en un país que es un paraíso para las libertades del individuo. ¿Por qué viene entonces un tirano por el que yo NO voté a decirme que no puedo usar mi coche, por el que ya pago tenencia, los sábados?

Déjenme ponerlo bajo otra perspectiva: Aunque también soy ecologista y me preocupo por el futuro del planeta por la cursi razón de que me gustan los animalitos que existen, también tengo que preocuparme por mi HOY. Tengo un empleo que consume más de 12 horas diarias de mi vida, por lo cual casi no veo a mi familia entre semana, no hablemos ya de realizar las labores del hogar. Por tanto, el sábado es para mi núcleo familiar otro día de trabajo: es el día que se hace la compra en el súper, se compran los perecederos en la Central de Abastos, se lleva la ropa a la tintorería, se va al dentista o al doctor, en fin, todas las pequeñas domesticidades que ayudan a que la casa no se nos caiga en la cabeza.

Y entonces, no puedo evitar preguntarme: ¿cómo creen todos estos burócratas anquilosados y desconectados de la realidad que vamos a transportar la caja de 12 litros de leche, los 8 kilos de frutas y verduras, los 4 kilos de carnes, aves y pescados, los 4 kilos de detergente, los 2 kilos de quesos y embutidos, los 2 paquetes grandes de pan de caja, los 6 kilos de arena para gato, los 3 kilos de alimento para gato, el suavizante de telas, las bromosas cajas de cereal, el shampoo, desinfectante de pisos, el estorbosísismo papel de baño*, etc. que se consumen en mi casa? ¡Y sólo somos dos personas! (y el gato). Imagínense nomás lo que compra una familia promedio de 4 personas.

Por supuesto que los ecologistas más celosos me dirán que para eso hay taxis y metro.

¡¡Siiiiiiiiiiiiiiiiii, cómo no!!

¿Han tratado de subirse a un taxi ecológico modelo Vocho con 14 bolsas del mandado y 4 cajas?

¿Continúa ofreciendo el metro un sistema de transporte tan confiable que pudiéramos preferirlo al automóvil?

¿Hay garantía de utilizar el metrobús y no salir todo golpeado?

¿Podemos abordar un pesero desde la Central de Abastos sin ser asaltados y violados?

La respuesta es un rotundo NO.

Para muestra basta un botón:

-No hay taxista que no traiga el taxímetro "arreglado" o te miente la madre cuando pagas los veinte centavos por la lectura "34.20". Además, se encabronan cuando les pides que te abran la cajuela. (Y nomás échenle lápiz: a lo que gastamos en el súper, hay que agregar el costo del taxi).

-Ayer, 12 compañeros de 34 llegaron tarde por la descompostura en la línea 1 del metro (véase nota en "El Universal Online" http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/86385.html).

- Una compañerita llegó con el brazo todo moreteado y las costillas adoloridas porque la aplastaron contra los tubos del metrobús.

-Aunque ya no salen en las noticias, los asaltos a microbuses siguen a la orden del día. A mi primo lo asaltaron la semana pasada y le bajaron la cartera, la chamarra y los tenis, que ni siquiera eran nuevos.

En resumen: ¿Cómo se atreven siquiera a sugerir que renuncie al uso de mi vehículo cuando la infraestructura de la ciudad NO TIENE ni puede ofrecer una alternativa de transporte público seguro y eficiente? ¿QUÉ CARAJOS ESTÁN PENSANDO? Por favor, déjense de pendejadas: hay bastantes alternativas para seguir cuidando la calidad del aire en la Ciudad de México.

LO QUE NO QUIEREN ES CONFESAR QUE NO SE HA INVERTIDO LO SUFICIENTE EN INFRAESTRUCTURA DE CIRCULACIÓN PARA LA CIUDAD.

Y lo de los puentes y segundos pisos y distribuidores viales es coba, compañeritos. El hecho de que seguimos sin ver frutos por nuestros impuestos subsiste.

¡¡Y ENCIMA QUIEREN COARTARME MI LIBERTAD PARA HACER DE MI ESCASO TIEMPO LIBRE LO QUE SE ME DE LA GANA!!

Ojalá este desgarrador grito por la defensa de las libertades individuales no caiga en oídos sordos, y podamos hacer una gran cadena para oponernos a la arbitrariedad y la falta de sentido común.
Este borrego no bala; ¡RUGE!


*No me había percatado realmente de la cantidad de comida que se consume en casa. ¡Somos unos tragones!

viernes, 24 de agosto de 2007

Fue mi cumple

El martes pasado, 21 de Agosto, fue mi trigésimocuarto cumpleaños. Ahora soy un año menos mensa, un año más experimentada, y un año más agradecida por haber sobrevivido en esta mal llamada "Ciudad de la Esperanza" (juar, juar).

También estoy un año más cerca de la edad "desechable". Para todos los chilangos y mexicanos en general, esto es cosa bien sabida: en este país de chocolate, a partir de los 35 las empresas ya no lo quieren a uno, por la simple y sencilla razón de que ya se ha desarrollado el "colmillo" y la experiencia laboral para no dejarse abusar por la Administración Empresarial siglo XIX: dinero o garrote (sin albur).

Mucha gente sufre crisis emocionales a esta edad. Lo divertido es que a mí no me dio crisis ni a los treinta. Mi única preocupación real es conseguirme otra chamba donde realmente me pueda consolidar y explotar el gran potencial que ha estado durmiendo por cuatro años. O sea, seguridad, pues. Precisamente esta mañana pensaba en mi trayectoria laboral, y llegué a la satisfactoria conclusión de que los únicos periodos de mi vida en los que he estado desempleada han sido porque yo así lo quise.

Por otra parte, tampoco me puedo quejar mucho. Tengo chamba, tengo a mi mareado, tengo casa, ya tengo coche (aunque no lo pueda usar todavía, qué le vamos a hacer), tengo a mi loca familia y, aunque no estoy 100% sana, no es nada que no se pueda de arreglar. Por lo tanto, puedo de corazón dar gracias a Dios que no he recibido TODO lo que REALMENTE merezco (¡Uuuuy!).

He de decir que no logré la celebración perfecta que yo esperaba, porque me volví a quedar corta de dinero pero ¡qué caray!, por lo menos me pude escapar dos días del trabajo de marras, y me dí el gustazo de ver cómo se le atragantó a más de media empresa. Con una torcida y sardónica sonrisa puedo decir que lamento mucho que el resto del mundo no haya aprendido de lo pasado, ya que siempre he proclamado en alta voz que el día de mi cumple NUNCA lo he trabajado, y me habían firmado mis vacaciones UN MES ANTES, así que me pude escapar de la "cooperación laboral" FORZOSA el pasado fin de semana.

Así que celebré mi cumple poniéndoles "caracolitos" en sus caritas a mis "amadísimos" compañeros, viendo los episodios finales de Danny Phantom y echadita en mi camita. ¿Qué más se podía pedir?

martes, 14 de agosto de 2007

Los ridículos del novato

Siendo maestra de profesión y vocación, a veces se olvida uno cómo se siente ser novato.

El antecedente es éste: resulta que el sábado pasado me entregaron mi primer coche. Usadito, traqueteadito, con muchos kilómetros andados, pero mi carrito por fin, después de meses de pagar mensualidades. Os podréis imaginar mi tremebunda felicidad, y seguramente estaréis pensando que lo primero que hice fue ponerme al volante y salir a dar una vuelta, ¿no?

Pos resulta que mi latita roja se tuvo que quedar en el estacionamiento un rato. Y que llega la vecina a la que le estábamos obstruyendo la entrada (porque han de saber que le pusimos un letrerito muy monón con la leyenda "soy del depto. tal", como buenos vecinos, pues) con el consabido pero amabilísimo "¿me podría hacer favor de mover su carro?"

Y entonces la valiente de yo bajé muy oronda con mis llaves, desactivé elegantemente la alarma, me puse al volante, puse la llave en el contacto y... ¡NI SIQUIERA PUDE DESTRABAR EL VOLANTE! Porque habéis de saber, estimados (si los hay) lectores, que TODAVÍA NO SÉ MANEJAR (aunque ya sé moverlo en primera).

¡Oh, vergüenza! Con toda la sangre fría que pude reunir, hice mi avergonzada caravana y salí corriendo a buscar al conserje, para que lo moviera y lo dejara en su lugar.

Y ahí está mi latita roja, bien estacionadito y con su estampita del caballito en la defensa, esperando salir el próximo sábado a mi primera lección de manejo.

Para que tengáis de qué reir un rato. jajajajajaja.

sábado, 11 de agosto de 2007

Marcelo, el Tirano

Ora sí, cabrones. Ya encontré algo bueno de qué quejarme. Marcelo Ebrard, ese tirano de telenovela barata me quiere quitar (nos quiere quitar) la LIBERTAD de circular los sábados. ¡¡¿¿Qué chingaos le pasa a este pendejo??!!

Apenas me van a entregar mi primer coche. Es un VW bastante usadito y con sus buenos miles de kilómetros andados. ¡Y ahora resulta que no lo voy a poder usar los sábados! ¿Sí captan en mensaje? El pinche Marcelo quiere que pensemos: "Entonces, ¿pa' qué chingaos quiero carro?"

Me opongo, y le voy a pegar un cartelito que diga NO AL NO CIRCULA SABATINO. Por Dios que es mi testigo que lo haré. Si alguien se vuelve a parar por aquí, (mexicanos, porque como inés no es de aquí pues ni pum), ayudémonos a oponernos a esta privación de la libertad.

Y no dejaré de aullarlo a los cuatro vientos, y si tengo que organizar marcha, lo intentaré, pero no pienso permitir que un politiquillo populista, oportunista y tirano, POR EL CUAL YO NO VOTÉ venga a decirme qué hacer con mi escasísimo tiempo libre.

Conductores del D.F., uníos:
¡¡NO AL HOY NO CIRCULA SABATINO!!

viernes, 10 de agosto de 2007

En la oscuridad

Nomás por no dejarlo por muerto, a los que se quieran enterar, si es que alguno de mis visitantes todavía pasa por aquí, mi pobre blog ha entrado en estado catatónico porque ando de un deprimido que ni yo me soporto.

Culpo a este horrendo trabajo del que no me he podido salir, donde por más que me esfuerce no hago NADA a derechas, lo cual resulta absolutamente CASTRANTE para una mentalidad triunfadora como la mía. Mi ego lucha bravamente contra todos los mensajes exteriores, pero el insidioso gusanito barrenador del fracaso me sigue royendo las meninges.

Sé que eventualmente saldré del hoyo, y mientras tanto, por aquí sigo. No me he muerto, ni desistido. No me voy a cortar las venas ni a tirarme a las vías del metro, que no es para tanto, pero sí necesito desesperadamente buscar otra chamba, antes de que mi pobre cerebro se muera aquí.