Seguramente las han visto en algunos centros comerciales de la Cd. de México: estas instalaciones de la tienda “Mascota” donde los niños pueden tocar y manipular distintos animalitos, obviamente con la secreta intención de incitar a la compra potencial de una mascota, mientras más exótica mejor, ya que, mañosamente, rara vez exhiben perros o gatos.
Tuve la fortuna, por fin, de poder participar en esta experiencia gracias a mi enana sobrina de 6 años de edad, y aunque fue muy interesante y emocionante (no todos los días te lame un hurón o una serpiente te toca la punta de la nariz con su lengua) y mi niño interior estaba muy contento, no pude evitar encontrarle los consabidos peros. Sin embargo, con el fin de promover la objetividad, enlistaré los pros y los contras.
PROS:
Tuve la fortuna, por fin, de poder participar en esta experiencia gracias a mi enana sobrina de 6 años de edad, y aunque fue muy interesante y emocionante (no todos los días te lame un hurón o una serpiente te toca la punta de la nariz con su lengua) y mi niño interior estaba muy contento, no pude evitar encontrarle los consabidos peros. Sin embargo, con el fin de promover la objetividad, enlistaré los pros y los contras.
PROS:
1. Se promueve la curiosidad y afán de exploración del infante ante lo nuevo e inusual: se invita a los niños a preguntar sobre los animalitos en exhibición y se los invita a tocar distintos animales cada vez.
2. Se invita a los niños a desprenderse de los prejuicios: muchos niños temen a ciertos animales por su aspecto, y se les invita a tocar animales exóticos tales como serpientes, tarántulas, escorpiones, ratas e iguanas, para que se les quite el miedo.
3. Se trata de promover el respeto a la vida: se hace énfasis en la técnica correcta para la manipulación de los animales, de tal forma que éstos sufran, tanto física como psicológicamente, lo menos posible en las manos de los niños, y se les recuerda que no son objetos ni juguetes.
Esto fue lo bueno que encontré. Ahora viene lo malo:
CONTRAS:
1. Los adultos no entran si no los invita el niño: me priva la discriminación contra los adultos a favor exclusivo de los mocosos. Si yo puedo pagar mi entrada, ¿por qué no me dejan entrar, pues? No solo los niños quieren saberlo todo. ¡Yo también!
2. El estrés que sufren los animales: cada animalito es manipulado por alrededor de 10 minutos por cada niño y adulto que se encuentre en la instalación, y cada nuevo grupo ingresa cada 20 minutos. Los pobres bichos apenas si pasan 5 minutos de cada 120 en sus jaulas, sin mucho tiempo para comer, beber o defecar. Y si le agregas los escuicles inconscientes (incluyendo a mi sobrina) que tratan de poner panzarriba a cualquier animal, puedo deducir que estos desdichados animalitos no deben llevar una vida precisamente relajada.
3. La trampa en la prestación del servicio: mi sobrina es socia de Toca-Mascota. Por $200.00 m.n., recibe una credencial con foto con la cual tiene derecho a entrar las veces que quiera y permanecer el tiempo que se le antoje, pero el sistema está sutilmente diseñado para ir empujando a los enanos hacia la salida en lapsos de alrededor de 20 minutos. Y como la mayoría de los pipiolos entran solos, se dejan guiar por los empleados, por lo que terminan fuera sin darse cuenta, teniendo que formarse de nuevo para poder regresar. Y también muchos socios terminan con el sello en la mano de que ya entraste, lo cual genera confusión. Si mi chamaco es socio, ¿por qué le sellan la manita, si se supone que puede entrar las veces que quiera?
4. Los empleados con cara de fastidio: Mi mala suerte es que siempre me tocan de esos. De los dos empleados atendiendo el changarro, me tocó el joven granujiento y despeinado que con el tono más golpeado del mundo le dice a la inquietísima sobrina mía "Siéntate, amiga. No te pudes parar", conmigo enfrente. Ok, hermano, las reglas están para protegernos y proteger a los animales, pero si no te gusta tu chamba, no te desquites con los enanos. Mejor la otra chava les sonreía y les decía con mucha paciencia que no se levantaran de la banca, porque asustaban a los animalitos.
Concluyo entonces con la idea de que “Toca-Mascota” es muy bonito, interesante, y hasta educativo, pero no puedo olvidar que se hace con afán de lucro y en última instancia se olvidan de la comodidad de los animalitos o la disposición natural de los empleados, por muy “humanitaria” que ‘Mascota’ se presente ante el público.
6 comentarios:
oyeeee esa no me la sabia del ser socio...y si como me prende la gente que no les gusta su trabajo y ahi estan...pues mejor que vendan chicles!...deberian de rolar a los animalitos, neta si les podrian meter una demanda con lo que acabas de mencionar y no se la sacan tan facil! ahh ya hasta me dio coraje....
pues se supone que están aprobados por la sagarpa y la secretaría del medio ambiente, mi heroe, pero la neta es que, una vez conseguidas las autorizaciones, ya nadie les pone atención.
Y sí, si rolan a los animalitos, pero no lo suficiente en mi opinión. Qué gachos, ¿verdad?
Uhh esas secretarias parecen mas de adorno y solo pa inflar algunos bolsillos... el otro dia veia un reportaje del 13 donde vi lo indignante sobre el trafico de especies en extincion, como la guacamaya, que se levantan quejas y quejas y aquellos puros oidios sordos, solo escuchan el tintineo de las monedas!
Y si, que gachos! ya los hubiera extrangulado con un piton! sin albur eh! jajaja
Pobres animalitos. Claro, hacen cualquier cosa por la propaganda. Abrazos
Mi héroe, ser estrangulados por un pitón sería un honor para esos güeyes. Se merecen que todos los niños que entran ahí les salten encima y se los coman a mordidas. Les estaría bien empleado a las dos partes. =P
Efectivamente, inés. En estos tiempos, la publicidad vale todo. Si hasta explotamos a los niños... Después de eso, creo que no debería sorprenderme, ¿verdad?
Saludos!!
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