Hoy me hicieron venir al trabajo a las 6 de la mañana a servir de mesera en una junta con varios proveedores de fuerza laboral (¿cuándo se ha visto, háganme el favor, una junta a las 6:30 am?) y aprovecho para rescatar mi pobrecito blog, que ya muere de impaciencia.
El problema es que traigo varias cosas en la cabeza, y no sé por dónde comenzar a limpiar el ático.
Lo primero que se me ocurre es que, como de costumbre, mi trabajo apesta. Sigo haciendo todo lo posible por salirme de aquí, pero el mercado está francamente a la baja para los maestros e instructores. Todos quieren pagar por honorarios o te piden hasta la bula del papa para ganar 6 mil al mes (antes de impuestos). Por otro lado, estoy harta de comprobar que el culo es más poderoso que los resultados. La mala entraña de una tipa que le da el trasero a un caca grande casi nos cuesta la chamba a más de 70 empleados. Increíble, pero cierto.
Por otro lado, insisto en que me cargan las malditas generalizaciones que ocurren en las juntas generales (aquí y en China). Todos los malditos jefes del planeta son buenísimos para hacer públicas las cagadas en forma grupal, pero nunca organizan una trinche junta para decir "van bien, señores", y a todos nos toca parejo la regazón de mierda. En particular, me pudre las entrañas que digan "nadie asume su responsabilidad y se la pasan aventándose la bolita" cuando su segura servidora es la única que ha tenido pelotas para plantarse delante del jefe y decirle: "Jefe, a lo mejor me corres, pero fíjate que la regué en esto". ¿Y alguien menciona mi ejemplar comportamiento? Naaaaaaaah. "Todos" son putos.
En un lado más amable y completamente alejado de este tema, me estoy divirtiendo mucho leyendo "las tráis" en varios blogs, en los que se nos anima a comentar cosas un poco más personales, sin comprometer ninguna información sensible. Cosas como la comida favorita o las anécdotas más relevantes de nuestra infancia son cosas que nos ayudan a perfilar mejor a la persona del otro lado del teclado. Incluso estoy considerando muy seriamente poner mi foto, nomás para ver si logro intercambiarla con la de otros blogeros con los que me leo, para ponerle cara a los nombres.
Y una anécdota chistosa: mi gata volvió a traer su pelota. Han de saber que tengo una gata de raza "Maine Coon". Ésta esta calificada como "perros disfrazados de gatos", por su particular buen carácter y afición a la compañía y los juegos. Sepan entonces que mi gata, cuando quiere que juguemos con ella, busca su pelota de goma y la trae en la boca todo el camino hasta donde estamos y la deja caer a nuestros pies, para obligarnos a rodarla y poder "cazarla". Voy a hacer todo lo posible por sacarle una foto, porque nunca he sabido de otro gato que haga eso, aunque sí he oido sobre gatos entrenados.
1 comentario:
ah jajaja aun yo tampoco entiendo como un culo puede mover muchas cosas... hey lo del gato deberias de ponerlo en youtube!
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