viernes, 28 de septiembre de 2007

El Casorio es tan feo como el Velorio

¿Por qué rayos algo que es tan simple lo tienen que hacer tan complicado?

Habéis de saber que mi otra naranja (mitades ni máiz, todo o nada) y su segura servidora llevamos dos años viviendo juntos, y antes de eso, como siete de novios. Cuando por fin decidimos arrejuntarnos, lo hicimos como experimento para ver si nos aguantábamos uno al otro, porque durante esos siete años, sólo nos habíamos visto los puros fines de semana. Extraño, pero cierto.

Bueno, pos después de ver que no nos espantábamos de los defectitos del otro,
ahí estábamos, bien contentos, viviendo muy tranquilos nuestra extraordinariamente agradable vida en común, cuando me dicen que me tienen que abrir la panza para ustedes saben qué. Y como sale muy caro y no tengo IMSS, pos dijo mi arrejunto que porqué no firmábamos el papelito (o sea, matrimoño por la federal) para poder inscribirme en su seguro médico. Y pos ni modo, dijimos que sí.

Como comprenderan, casorio en estas circunstancias está igual o peor que casarse por pend..., digo, por la cigüeña. Neta que me entró una depre más negra que la noche. Y así me la pasé tristeando un par de semanas hasta que me dije: "Okey, fue mi güey el que propuso, así que como que no es de obligado, ¿no? Pos entonces vamos a verle el lado bonito". Y se me bajó la muina, y dijimos que sin tanto pancho. Que nomás los novios, los papás... bueno, en realidad nomás las mamás (su papá es finado y el mío desaparecido) y los hermanos, discretito, pues, ¿no? Sí como no, ¡oh, inocentes ilusos!

Y más tardamos en anunciar nuestra intención de mantener una política sobria y espartana que meternos en santo problemoche, sobre todo porque mi madre ha estado (con perdón de mi jefecita) chingue y chingue peor que mosca borriquera que por qué no invito a fulano, a zutano, a perengano y a la santa madre que los parió a todos!

Y aquí nos tienen a los pobres novios, con la fecha más pinche que podía dar el Registro Civil (once de octubre pa'l que le interese) casi encima y teniéndonos que echar la bronca de hacer "fiesta". O sea, ¿qué carajos se supone que estamos celebrando? Nuestro compromiso lo reconocimos y nos lo echamos cuando nos fuimos a vivir juntos, ¿no? Y, francamente, los pinches convencionalismos sociales me caen como cien patadas en la cara. ¿A santo de qué estarle rindiendo caravana a medio mundo, y gastándome lo que debería estar ahorrando para el hospital? Y pa'cabarla de amolar, ¡se supone que es la familia de la novia la que corre con todos los gastos!

What!?

A ver, explíquenme por favor: ¿cómo es que en pleno siglo XXI sigamos manteniendo estas "costumbres" estúpidas del siglo antepasado? Y además, ¿qué? ¿Acaso por haber parido viejas mi familia se tiene que chingar? ¿Estamos pagando alguna multa por haber engendrado hijas o qué carajos? La neta, esta es la parte que más me ha hecho encabronar. Lo bueno es que mi aspirante a marido es de mentalidad más progresista, a Dios gracias, y tampoco está de acuerdo en que nomás los de este lado pongan, así que está haciendo su luchita pa'que los de su lado también le entren con algo.

Yo me pregunto por qué nuestras mamás no se ponen en nuestro lugar. Ya bastante presión hay con el estado de salud para que aparte nos vengan a complicar la vida con estas frivolidades idióticas tipo sociedad porfiriana, caray.
Y les cuento estas cuitas no nomás para aligerar la carga de mi espíritu, sino para que lo tomen como ejemplo. No dejen que sus papás les controlen las bodas, que al final se supone que la fiesta es para los novios.

Lo único bueno es que, aunque al final hemos tenido que capitular en lo de invitar gente, nos hemos salido con la nuestra en que a güevo que nuestros amigos están invitados, nomás unos cuantos elegidos de cada familia, y pudimos regresar al plan original de limitarnos a bocadillos, vinito y pastelito, y cuando se acabe el vino, aquí se rompió una jerga y cada quién se va... donde prefiera.

JA!

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Esas pequeñas cositas...

Hay días de esos, en el que no es la gran catástrofe la que te destroza, sino todas las pequeñas molestias e irritaciones que pueden llegar a detonar la bomba atómica que todos llevamos dentro. De entrada, te levantas con un inexplicable y atroz dolor de cabeza (y más atroz aún porque no hubo fiesta que justificara) que te obliga a desayunar dos aspirinas. Te quieres meter a bañar a las 5 de la mañana, y el trinche calentador de agua o no funciona o te regala de mala gana CINCO minutos de agua caliente. Estás a mitad de las escaleras y te das cuenta que olvidaste el celular / la lonchera / la presentación / el USB o alguna tontería por el estilo. Por fin te subes al taxi, preguntando amablemente si tiene cambio de 50 y el tipo te mienta la madre, y el siguiente taxi trae los cinturones de seguridad por fuera, pero los broches por debajo del asiento, y cuando el taxímetro marca 14.20, indefectiblemente te cobran 15.

Okey, ya que se logró sobrevivir al trayecto a la oficina, tratas de relajarte, nomás para no seguirte llenando de piedritas el hígado (en mi caso, la vesícula). Y entonces te topas con la linda actitud de algunos compañeritos que parece que no se los cojieron bien anoche y aparte desayunaron gallo con huevo y no son felices si no te están chingando la madre desde tempranito por pendejaditas. ¡Y solo es el principio del día!

En resumen, que terminas reventando con el siguiente cristiano / musulmán / católico que te salga con otra chingadera, y entonces la etiqueta: que qué pinche mal carácter, qué poca madre, qué mal compañero, coño, que no se puede ni hablar contigo, etcétera, etcétera, etcétera.

Me cae que es cierto: el diablo debe estar muerto de risa, porque nosotros solitos nos torturamos de formas que a él seguro no se le habrían ocurrido.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Míralos, ¿eh?, míralos ¿eh?,

¿Ya ven? ¿Se los dije o no se los dije? El "Gasolinazo" iba a ser para el año que entra, y ahora resulta que nos lo aplican a partir de octubre. Están subiendo el pan, la leche, las tortillas, los frijoles y las lentejas. Nos van a subir el agua. Le subieron los impuestos a los mismos de siempre y los informales siguen sin pagar. Mi empresa ya no puede depositarles a mis compañeritos viáticos para un mes porque nos cargan un impuesto, ¡Y APARTE QUIEREN QUE DEJE DE CIRCULAR UN SÁBADO!

O sea, ¿a qué chingaos estamos jugando? Todos estos impuestos están 70% arriba de lo que subió el salario mínimo a principios de año*. ¿Se dan cuenta? ¡El PAN nos está jodiendo igual o peor que el PRI! Pero lo mío no es la polaca. La neta, sus justificaciones me valen un soberano y reverendo convento lleno de monjas. ¿Por qué lo seguimos permitiendo? ¿Qué vamos a hacer otra vez que el sueldito que percibimos ya no nos alcanza para nada? ¡Y todo para seguir engordando al gobierno!

E igual corríjanme si estoy mal; a lo mejor soy una ignara que no sabe nada de las "supremas" y "justificadísimas" razones por las cuales todas estas chingaderas "son necesarias para el progreso del país". Vale, a lo mejor estoy equivocada, pero como vil y vulgar ciudadano de a pie (bueno, ahora aprendiz de conductor), lo único que percibo es que la bola volvimos a quedar del lado donde pega.

Y no puedo evitar preguntarme, con el signo de pesos junto al de interrogación: ¿con qué vamos a comer mañana?

*Aclaro que el dato lo pesqué al vuelo en el noticiario matutino de Loret de Mola. Si está incorrecto, se valen correcciones, ¿zas?

martes, 18 de septiembre de 2007

Odio a los doctores mexicanos

Si alguna buena razón hay para quejarse, es ésta. Resulta que hace un par de semanas me diagnosticaron cálculos biliares, las famosas "piedritas en el hígado", que aunque el refrán las ponga en otro lado, siguen siendo igual de malas.

A mis mozos 34, esta es de por sí una noticia bastante mala, pues esta condición se asocia generalmente a mujeres de más edad, y peor se pone si recuerdan que en mi lindo trabajo no tengo ningún tipo de seguro médico. Mis cuentas las pago yo y nadie más con mi tal vez no exiguo, pero sí limitado salario.

Aparte de todos estos aspectos negativos, lo que me puso hidrófoba de rabia fue la actitud del médico generalista al emitir su diagnóstico. Con la mano en la cintura y la actitud paternalista más irritante del planeta me dice muy tranquilo: "pues hay que operar. Le cuesta 14 mil en cirugía 'normal' y 19 mil por laparoscopía". Así nomás, como si uno cargara esas cantidades como dinero de bolsillo.

La neta ni volteé a verle la cara a mi mamá. YO estaba con la boca abierta. Así, sin agua va, te sueltan que te tienen que abrir la panza por la mitad (bueno, abajito de las costillas), sin opciones de tratamiento alternativo y, para remate, un "no se preocupe; la vesícula biliar no sirve para nada". Se me cayó la mandíbula hasta el piso.

Ya sé que yo no estudié medicina, pero me considero una persona razonablemente cultivada. Me pasé la infancia viendo "Quincy" y leyendo una enciclopedia médica que mis papás se ganaron en una rifa (ah, pa' premio más raro, ¿verdá?). Además, son fan clavado de "Dr. House", y la persona más metiche y preguntona del mundo. Y como colofón, SI DIOS INCLUYÓ LA VESÍCULA EN EL PAQUETE DE NACIMIENTO ES POR ALGO, ¿NO?

Por favor, por Cristo Santo, no me traten como si fuera estúpida, como si nunca hubiera estudiado nada, que para eso saqué dieces en Biología y Anatomía Comparada en la prepa. No me vengan a decir, esperando que me lo trague así sin más, que extraer la bolsita esa no te afecta en nada. ¡POR SUPUESTO QUE TE VA A AFECTAR! Es como si me dijeran que perder el dedo meñique de la mano izquierda no producirá efectos secundarios porque es "inútil". Y tampoco me digan que no hay alternativas. SIEMPRE HAY UNA ALTERNATIVA. Y no estoy hablando de curas naturistas milagrosas del santo señor de Chalma. Hablo de alternativas medicamentosas (de medicamento) estudiadas y probadas por la medicina halópata. Por favor, ¡si hasta el cáncer tiene a la quimioterapia! Entonces no me puedes decir que unas pinches piedritas que se aglutinaron QUÍMICAMENTE no van a tener contrapartida QUÍMICA.

Y otra cosa que me puso en órbita: ¿me puede alguien explicar por qué sale más barato ABRIR a una persona en dos que hacerle dos HOYITOS en la panza? (porque yo sí sé en que consiste la laparoscopía) ¡ES EL COLMO DE LA ESTUPIDEZ Y LA IMPRACTICIDAD! ¿No deberías ser al revés?

Obviamente, después de explotar como bomba atómica, cuando el polvo se asienta, recuerdo que vivo EN MEXICO, donde lo fácil siempre se hace difícil. Independientemente del golpe emocional, la actitud tipo Dios de los doctores y su afán de lucro me disparan la locura homicida. En México todo el mundo quiere abrir, como sea, y eso porque todo el mundo se beneficia: el hospital, las enfermeras, el anestesista, el doctor... Todo el mundo menos el pobre paciente y su familia, quienes cargan con los gastos y el proceso de recuperación.

Tal vez todavía estoy en la etapa de negación ante la catástrofe inesperada, pero juro por Dios que es mi testigo que voy a hacer todo lo posible para que no me dejen una espantosa cicatriz en el inmaculado (ja,ja, se vale reírse) templo de mi cuerpecito. Gracias a la internet, (¡Dios salve a Wikipedia!), descubrí que existe un tratamiento con medicamentos, aunque todos los sitios afirman que son exhorbitantemente costosos. Igual y me sale más caro el caldo que las albóndigas, pero eso sí: jamás, JAMÁS de los jamases voy a aceptar NADA ciegamente. SIEMPRE voy a buscar más información, y sobre todo, UNA SEGUNDA OPINIÓN. Que NADIE se atreva a creer que basta con decirme las cosas para que yo obedezca como vulgar autómata. Para eso me dio Dios el intelecto: para usarlo en la mejor defensa de mis intereses, y en este momento, lo que me interesa es que no me dejen como alcancía de feria.

P.S: Y tampoco es para tanto el pancho, que ahorita nomás estoy encabronada. Sí le encontré el lado positivo al asunto: ni es cáncer, ni me voy a morir mañana, ni me duele (ahorita, y espero que nunca), ni estoy sola en el desastre. Aunque me apena mucho gravar a mi familia con esta carga, ahí están, y merecen EL MÁS PUBLICIO DE LOS RECONOCIMIENTOS Y AGRADECIMIENTOS por toda su ayuda. ¿Verdad que podría ser peor?

miércoles, 12 de septiembre de 2007

¿Me estás oyendo, inútil?

Pequeñas noticias pescadas al vuelo que francamente están para dar náuseas, y a las que, al parecer, nadie presta atención. Nadie se queja. Nadie dice nada. Volaron ductos de Pemex en actos terroristas que nunca se habían visto en México y nadie lo comentó en la oficina... Pero yo sí lo oí. SI LO OÍ. Y me quejo, y me quejo. Y pregunto: ¿ME ESTÁS OYENDO, INÚTIL Gobierno de Pacotilla?

MEDIOS CONTRA PARTIDOS.
Realmente se puso grueso el encuentro entre los medios y los dizque legisladores. Los medios dicen que los quieren amordazar; los dizque legisladores, que los quieren chantajear por el dinero. Para mí, ambas partes han aportado suficientes pruebas para demostrar la maldad del otro. Lo que YO veo es que quieren tumbare más cosas a la ya de por sí demolida Constitución y seguir fregando las garantías emanadas de la misma. Juzguen ustedes.

No una ni dos... TRES... Sí, oyó usted bien... TRES pistas de PATINAJE SOBRE HIELO en la Cd. de México.
O sea, la neta, ¿a quién quieren engañar? ¿Me puede alguien decir cuántos miembros de la castigada clase baja saben patinar sobre hielo? En mi humilde opinión, esto no es más que un intento barato por ganarse a la naquiza y hacerles creer que Tata Marcelo los está acercando un poquito más al paraíso gringo. También me vale madre que haya dicho que lo está haciendo principalmente con donaciones, que no me chupo el dedo. Así sea UN peso, tirarlo en esas pendejadas cuando la ciudad está en crisis, es el colmo del populismo.

CONFIRMAN SALIDA DE CONSEJEROS DEL IFE
El último ilusorio bastión del espejismo de la pseudodemocracia Mexicana ha muerto. Sin autonomía, el IFE es sólo un elefante blanco más qué mantener. Y nadie que yo conozca ha dicho ni pío al respecto, lo cual solo evidencia que realmente nos vale un soberano y reverendo cacahuate.

EL UNIVERSAL SOLO ABRE FOROS DE LO QUE LE CONVIENE
Tengo tres semanas tratando de abrir un debate sobre el hoy no circula sabatino en "El Universal Online", y es la hora que no me pelan. Pues qué mal plan, mis queridos editores, porque yo los creía derechistas que se juntaban con el PAN. A ver si en "La Crónica" me hacen más caso.

¿Cómo la ven? Y eso que no me gusta la política. Como a todo buen mexicano, me da harta hueva, pero a diferencia del resto, a mí no me gusta que me lleve la borregada. Y si para tratar de detener lo que no me parece me tengo que referir a la política, pues sea.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

¿Hasta dónde los dejaremos llegar?

Como a la mayoría de los mexicanos, generalmente la política me produce una hueva tremenda, pero las cosas se están poniendo tan absurdamente malas, tan estúpidamente incongruentes y tan sanguijuelamente exprimitorias que, sin ánimo de politizar este blog, no puedo evitar resaltar lo siguiente:

1. El aumento a las gasolinas:
ya se sabe que todo el tiempo están subiendo la gasolina pero, ¿a qué partido se le habrá ocurrido tomarla de rehén? véase la siguiente nota de "El Universal Online":
http://www.eluniversal.com.mx/finanzas/59852.html

2. Casetas en el D.F.:
de veras que no lo podía creer cuando Carlos Loret lo mencionó en su noticiero; como el gobiernito del Ebrard anda gastándose el dinero quién sabe en qué cosas, ahora le van a pedir a la iniciativa privada que construya lo que ellos no pueden, ¡y les van a permitir cobrar por ello! (véase nota de "El Universal Online":
http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/86456.html). O sea, a ver, espérenme tantito; como yo lo entiendo, la ciudad debe pagar por las obras, ¿no? Con mis impuestos, ¿no? Entonces, si ya pagué por esas vialidades con mis impuestos, ¿por qué chingaos me las van a cobrar otra vez cada ocasión que transite por ellas?

3. Los pecerdos, digo, peseros:
¿se han fijado en las lindas estampas gigantes que traen todos los microbuseros del D.F., con la leyenda "Marcelo, urge ajuste de tarifas"? De veras que me río con un ojo y lloro con el otro. Gracias a Dios, en cuanto aprenda a manejar no voy a precisar sus servicios nunca más, pero no puedo evitar condolerme por toda la raza que todavía tiene que subirse a esas mugres ambulantes. Si se fijan bien, todas las condiciones que se les impusieron para conceder el último cambio de tarifas hace mucho que se fueron por el caño. ¿Y entonces qué? Nos van a hacer tragar que, con eso del aumento de la gasolina, les tienen que subir las tarifas, y les exigirán otra vez cursos, unidades en buen estado, uniformes, puertas cerradas, eliminación de cobradores, etc., como si fuera nuevo. De veras que los perredistas creen que somos pendejos.

Y lo peor del caso es que todo apunta a que se van a salir con la suya. ¿Estamos haciendo algo para evitarlo? Y como reflexión, vuelvo a citar a uno de mis personajes favoritos de la novela gráfica, "V" en "V for Vendeta", de Alan Moore:

"Los gobernantes deben temer a su pueblo,
no el pueblo a sus gobernantes".

Desafortunadamente, lo único que se me ocurre de momento es más bien pasivo, como comentar esto en el blog, empezar cadenitas en la red o escribir algún ensayo para el maravilloso sitio http://www.apestan.com/, pero me cae que si alguien me dice cómo se convoca a una marcha (decente, por supuesto, sin joder al prójimo que circula por Reforma), me aviento y la organizo.

Se solicitan sugerencias.